ROOM2030

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Avilés es el ecosistema perfecto para crear una empresa como Room2030

«Avilés es el ecosistema perfecto para crear una empresa como Room2030»
«Un equipo de cinco personas estará en La Curtidora. En noviembre esperamos poder fabricar los primeros modelos» Sergio Baragaño Arquitecto

Su nueva oficina en el Centro de Empresas de La Curtidora se encuentra vacía, con los equipos informáticos todavía con el material de protección. Su teléfono no para de sonar. Y es que el arquitecto Sergio Baragaño (Oviedo, 1975) está de estreno: el próximo martes, 13 de octubre, inicia su singladura Room2030, una empresa emergente (‘start up’) que nace del consorcio homónimo y crea cinco puestos de trabajo.

-En enero de este año conocíamos el consorcio Room2030. Supongo que la pandemia y el confinamiento dinamitó todos los planes de lanzamiento.
-La verdad es que sí. La presentamos el 31 de enero, con una experiencia muy bonita como era poder dormir en el Niemeyer.
Después vino el confinamiento y se suspendió la actividad. De hecho, creo que sólo pude dormir yo. Durante ese tiempo, la habitación estuvo guardada en la cúpula.

-¿Cómo se reacciona ante una situación tan inesperada?                                                                                                                                                                                                                                                                -Hubo un cambio radical de planes, como supongo que le sucedió a todo el mundo. Hemos teletrabajado y, la verdad, es que hemos trabajado más que nunca. Primero hubo un momento de pánico porque pensábamos que el proyecto se desmoronaba, pero vimos que representaba una oportunidad.

-Durante el confinamiento se ha reflexionado sobre nuevas formas de vivir. ¿La flexibilidad de las propuestas modulares que ustedes diseñan representa una fortaleza?                   -Seguro. Llevamos un poco más de diez años haciendo diseño modular. En los últimos dos meses se han multiplicado las consultas en materia de vivienda. Ya en los meses de confinamiento nos llegaban muchas consultas de personas interesadas por la flexibilidad de los módulos, que buscaban espacios más pequeños para trabajar.

-¿Y ha cambiado su idea?
-En principio el proyecto estaba muy dirigido a habitaciones tecnológicas pensando en hoteles o residencias de estudiantes.
Estábamos trabajando mucho en esa línea en proyectos reales. Y también abrimos la puerta a lo que llamamos vivienda post-covid donde creemos que existe un gran potencial.

-¿Las consultas se traducen en contratos?
-El próximo martes comenzamos en La Curtidora la actividad de la empresa Room2030 para responder a esa demanda. Estaremos trabajando cinco personas. Tenemos todo el apoyo del consorcio Room 2030 para crear esta empresa que diseñará, comercializará y fabricará las primeras unidades en noviembre.

-Apenas quedan dos semanas.
-Nuestra sensación es que la epidemia de la covid ha acelerado todas estas demandas.

-El consorcio Room2030 implica la colaboración de grandes empresas que son complementarias. ¿Esa forma de trabajar se traduce en más iniciativas?
-Tenemos la suerte de contar con el respaldo de ese consorcio de empresas, donde el empuje del área de I+D de ArcelorMittal es fundamental, comenzando por las relaciones humanas entre los implicados. Todos los participantes ya colaboran entre sí con nuevos desarrollos. Existe un liderazgo por parte de ArcelorMittal y, bajo esa paraguas, se generan nuevas alianzas e iniciativas como esta, donde una empresa más pequeña dispone de agilidad y capacidad para responder a las necesidades del mercado.

¿Por qué Room2030 en Avilés?
-Creemos que es el ecosistema perfecto. Por una parte está ArcelorMittal, con su centro de I+D y sus plantas. Nosotros trabajamos estrechamente con ellos. Y personalmente creo que es un momento de oportunidad para Asturias y Avilés, que están saliendo fortalecidas de la pandemia. El equipo de cinco personas estará permanente en Avilés y yo me moveré entre Avilés y Madrid. Estamos muy contentos por el aterrizaje y todos los apoyos recibidos, tanto de La Curtidora como del Ayuntamiento.

-¿Qué perfiles tienen, son personas que estaban en Avilés, que regresan…?
-Hay un poco de todo. Hay personas que estaban aquí y que fichamos para la ‘start up’, otras vienen de fuera. También habrá colaboradores en todos los lados. Los perfiles son muy variados.

Al principio comentaba que había dormido en la habitación, ¿cómo fue la experiencia?
-Fue una pena que no pudiese hacerse más. Es un sitio espectacular. Despertarte en la plaza, al lado del mar, con esa escala que tiene tan gigante, tan latinoamericana, es una experiencia singular. Fue una experiencia muy interesante. Se encontraba muy articulada con el Hotel NH Palacio de Avilés y ellos te traían el desayuno.

-Si la situación lo permite, ¿se podría recuperar la iniciativa?
-La verdad es que el proyecto evoluciona rápido y con tantas ramificaciones que ahora tal vez no sea el momento. Pero nuestro compromiso con Avilés existe y por eso se ha creado la empresa.

-¿Podemos esperar más frutos de Room2030?
-El proyecto tiene una base muy clara que es la tecnología y el I+D. Es nuestro distintivo. La ‘start up’ está creciendo y ya trabajamos en
proyectos reales. Tenemos posibilidades reales de crecer tanto a nivel local como con socios locales.

-¿Su mercado se limita a España o busca otros países europeos?
Nuestra idea es global. Los proyectos aún están en una fase confidencial y hasta que no se firmen los contratos no queremos decir nada. Nuestro primer sector es el hotelero y, hoy en día, son cadenas globales. Hemos invitado a clientes a Avilés para ver la habitación y la propuesta es muy bien acogida.

-¿Y qué tipo de nuevos socios buscan?-Nuestra filosofía es actualizar constantemente la tecnología, tanto de Room2030 como de los socios. En la empresa, contamos con una persona que se dedica continuamente a buscar nuevas soluciones en el mundo para actualizar la habitación.

Noticia, vía el Comercio